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martes, 20 de agosto de 2013

Castristas DESPRECIAN al Poder Popular y a la Constitucion Cubana

Advertencia innecesaria
Por: Tania de la Torre Montesinos
El 24 de julio de 2013 en la localidad de El Cuchillo, en Niquero, provincia de Granma, acudieron 150 policías y 2 carros con tropas especiales, con el fin de cortar el tendido eléctrico, originándose una rebelión de los vecinos. Este suceso fue denunciado por la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios y tuvieron que restablecerles el servicio.
Relacionado con ese hecho el miembro de la Red, Alexis Torres Pérez, vecino de Aguilera 10 A, fue detenido el martes 13 de agosto a las 9:30 am en el carro patrullero 505 por el policía Yunier Montano que lo condujo hasta la estación policial situada en Martí entre Segunda de Diciembre y Masó, en esa localidad, donde también se encontraba detenido otro comunicador Agustín Yulier Hernández Álvarez.
Ellos habían redactado una carta basada en el artículo 63 de la Constitución de la República, que establece el derecho de los ciudadanos a presentar sus quejas, que pretendían entregar en el Poder Popular, pero al haberse resuelto el problema, no lo hicieron.
En el lugar se encontraba el oficial de la Seguridad del Estado, Lázaro Toledo, amenazándolos innecesariamente, que si entraban en el Poder Popular a entregar la carta serían enjuiciados por Desacato.

Granma, 20 de agosto de 2013.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

#DDHH #EEUU Desalojaran a pareja y su niño con enfermedad de encefalopatía epiléptica

Otro crimen de Raul Castro. Desalojaran a pareja y su niño con enfermedad de encefalopatía epiléptica, (síndrome de West).

Desde Cuba Por Dentro, Dania Virgen García

La pareja Joan Blanco Mesa, y Olimpia Rodríguez González, residentes ilegales desde hace aproximadamente un año, en avenida 3ra número 264, entre 1ra, y 2da, Boca Ciega, padres del bebe Yohan Blanco Rodríguez, quien padece de una enfermedad de encefalopatía epiléptica, (síndrome de West). Serán desalojados de inmediato por órdenes de altos directivos.



La máxima dirección del país, y Seguridad del Estado a ordenado a la Dirección de vivienda, Poder Popular, PCC, el jefe de sector, y sectores de la cuadra, el desalojo, de Joan y Olimpia.

En Playas del Este hay más de 300 viviendas, que son para la corrupción de los organismos antes mencionados, son vendidas a precios a más de 60 mil pesos cuc (moneda convertible).

Desde el mes de noviembre de 2011, la pareja escribió a distintas esferas gubernamentales, Ministerio de Turismo (MINTUR), ministerio de la Salud Pública, MINSAP, Dirección Municipal y Provincial de Vivienda, Dirección General de la Cadena Isla Azul, Consejo de Estado, Consejo de la Administración, Municipal y Provincial, PCC municipal y provincial, y Seguridad Social, no teniendo respuesta alguna, solo amenazas.

Pido ante las organizaciones internacionales que impidan este desalojo, el gobierno no le basta, los fallecidos, enfermos graves de epidemias que tienen en las provincias orientales.

Esta oprimiendo al pueblo cubano, cada día, Su odio destruyen a personas infelices como esta que menciono, todo lo que declara Bruno Rodriguez Parrilla es mentira. En cuba existen hospitales para extranjeros donde tienen todo tipo de equipamiento, a los cubanos no le es permitido acercarse a esos lugares, las medicinas donativas se venden en farmacias de moneda convertible y a precios altos.

dania.zuzy@gmail.com

domingo, 9 de septiembre de 2012

#Venezuela El verdadero fraude de las elecciones en Cuba

Por: Ana C. Fuentes

Cualquier alma cándida o dispuesta a que le endulcen los oídos encontrará en los principios en los que está basada la Ley Electoral cubana razones para defender que se trata del sistema más democrático del mundo. Nada de partidos, es el pueblo proponiendo y eligiendo a sus representantes. Nada de campañas electorales millonarias: apenas una escueta biografía de los candidatos colgada en la puerta de algún colegio, farmacia o bodega. Vecinos conocidos por sus vecinos. ¿Hace falta más?

Aún pretendiendo ignorar el significativo hecho de cómo se pactan las nominaciones, habría que preguntarse qué poder tienen esos representantes del pueblo —sin presupuesto ni recursos ni potestad— para solucionar los problemas de sus electores, asuntos tan simples como los baches de una calle, el techo del colegio o la falta de un servicio de recogida de basura. A saber, estos representantes conforman parte de la Asamblea Municipal del Poder Popular, que a su vez elige los representantes a la Asamblea Provincial, que a su vez elige los candidatos a la Asamblea Nacional que es la que, supuestamente, “expresa los deseos soberanos del pueblo”, según reza la Constitución.

Claro que en todo esto hay cuotas. Detrás de toda esta maquinaria están las Comisiones de Candidaturas, presididas por un representante de la Central de Trabajadores de Cuba (el único y vertical sindicato cubano) e integradas por miembros de todas las llamadas organizaciones de masas (los Comités de Defensa de la Revolución, la Federación de Mujeres Cubanas, la de agricultores y las de estudiantes universitarios y de enseñanza media) que a estas alturas pocos dudarán que responden a una única voz (la del Partido Comunista) que no es precisa y necesariamente la del pueblo sino la del poder. Estas organizaciones copan, con sus propios representantes, las asambleas. De modo que el pueblo llano sólo integra como máximo el 50% del gobierno provincial y nacional. La otra parte la componen los de siempre, nominados ‘desde arriba’ por las propias estructuras de poder.

Cierto que el pueblo vota, desde la última reforma del sistema electoral (1992), cada 5 años, por los candidatos a la Asamblea Nacional. De ahí que la campaña institucional cuando corresponden estos comicios insista en el ‘voto unido’, una cómoda casilla al principio del boleto para votar de golpe por todos. La explicación oficial es que la gente no vaya a dejar de votar por algún infeliz representante desconocido, pero cualquier persona mínimamente avispada entenderá que lo que se pretende evitar es todo lo contario: que la gente no vote por los conocidos, los históricos, los que llevan 51 años prometiendo sin cumplir.

Capítulo aparte merece el asunto de la participación. La presión para ir a votar es puerta a puerta. En Cuba, aunque la ley electoral aclara que no es obligatorio ejercer ese derecho, el discurso va por un lado y la realidad por otra. Pioneritos aspirantes a ser como el Che y cederistas comprometidos con la defensa de la revolución, despliegan ese día un gardeo a presión para que nadie ‘olvide’ su compromiso ciudadano. Algunos, pocos aunque cada vez más, hartos de tanto cuento, declinan directamente la invitación o se inventan algún viaje para esa fecha, pero cualquiera que esté al tanto de la psicología del miedo instalada en Cuba entenderá que la gente vaya a votar en porcentajes que envidiaría cualquier democracia occidental: jugarse el cartel de ‘desafecto’ puede dar al traste con un puesto de trabajo o con la posibilidad de terminar los estudios o, si estás en trámite de viajar o tienes aspiración de hacerlo, con el dichoso permiso de salida. Con todo, las mesas electorales no tienen muchos reparos a la hora de alterar el censo. Recuerdo uno de los últimos procesos electorales que viví en Cuba, como miembro de una de esas mesas, cuya presidenta a la hora del cierre del colegio procedió a eliminar, convenientemente, a varias de las personas que no votaron porque “ya no vivían en el barrio”.

Tampoco se explica muy bien por qué si gran parte de los 2 millones de cubanos que vivimos fuera de la Isla tenemos derecho a ejercer el voto (tenemos inscripción consular, estamos obligados a viajar a la isla con el pasaporte cubano, por el que nos cobran un riñón, no estamos locos ni cumplimos condena y además representamos una fuente importante de ingresos para la economía del país), no hay colegios electorales en las embajadas y consulados cubanos. O sea, en la práctica no contamos como electores, o lo que es peor, el gobierno nos impide ejercer ese derecho. ¿Por qué los consulados y embajadas cubanas invitan a los cubanos residentes en el exterior a firmar manifiestos en defensa del régimen y en cambio no procuran un espacio electoral para ellos?

Cuando el lunes las alertas de Google reboten una y otra vez la propaganda oficial, el mundo amanecerá con la noticia de que más del 96% de los cubanos acudieron a las urnas, unas cifras que representan una “contundente” respuesta a la “feroz campaña mediática” desatada contra Cuba. Y voy yo y me lo creo.

Fuente: http://orlandozapatatamayo.blogspot.com/     

Orlando Zapata Tamayo