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viernes, 15 de marzo de 2013

#VATICANO DENUNCIA CAMPAÑA IZQUIERDISTA CONTRA EL PAPA FRANCISCO

El Vaticano denuncia una campaña de la "izquierda anticlerical" contra el papa Francisco 

El portavoz del Vaticano ha tachado de "calumnias" las informaciones sobre una supuesta colaboración del Papa con la dictadura argentina.

LD/AGENCIAS 
El portavoz vaticano, Federico Lombardi, ha dicho este miércoles que las críticas aparecidas en medios argentinos e internacionales, algunos españoles, contra el papa Francisco, referentes al periodo de la dictadura argentina, provienen de "una izquierda anticlerical para atacar a la Iglesia y son rechazadas con decisión". "Se trata de unacampaña difamatoria, bien conocida".
Lombardi salió así al paso de las informaciones aparecidas en estos días, tras la elección del cardenal Jorge Mario Bergoglio como papa, referentes a sus actuaciones durante la dictadura militar argentina. "Jamás ha habido una acusación creíble contra él. La justicia argentina lo interrogó pero como persona informada de hechos y jamás fue imputado por algo", subrayó el portavoz.

Lombardi agregó que Bergoglio "hizo mucho para proteger a las personas durante la dictadura" y una vez nombrado arzobispo de Buenos Aires "pidió perdón en nombre de la Iglesia por no haber hecho bastante durante el periodo de la dictadura".

"En paz" con Bergoglio

Las acusaciones se refieren a una supuesta colaboración de Francisco con la dictadura argentina. Insinúan que el Papa pudo ayudar a la detención de dos jesuitas.
Sin embargo, se ha difundido que uno de los afectados, el jesuita Franz Jalics, uno de los sacerdotes secuestrados por la dictadura argentina siendo Jorge Mario Bergoglio Provincial de Buenos Aires de la orden, vive en Alemania y está "en paz" con el papa Francisco, según fuentes de la orden.

El sacerdote, desde 1978 en Alemania y actualmente en la pequeña localidad bávara de Wilhelmsthal, junto a Kronach, viajó hace unos años a Buenos Aires, por invitación del arzobispado de la capital argentina, y "abordó la cuestión", indicaron fuentes de esa orden en Múnich a la edición digital del semanario Der Spiegel.

"Está en paz con Bergoglio", añade el portavoz jesuita, Thomas Busch, sin especificar el contenido de la conversación.

Jalics fue secuestrado en 1976, junto con el también jesuita Orlando Yorio, cuando ambos ejercían en una villa miseria bonaerense en tiempos de la dictadura argentina (1976-1983).

La cuestión de la presunta colaboración del papa Francisco con la Junta, concretamente en ese caso, fue unos años atrás abordada por el periodista argentino Horacio Verbistky y ahora resurgió tras la elección del pontífice. El propio Bergoglio contestó a las acusaciones en 2010, en el libro El jesuita rechazó tal colaboración.

Los dos jesuitas fueron liberados tras cinco meses de torturas. Yorio murió en 2000 en Uruguay, mientras que Jalics se refugió en la meditación y el rezo para sobrellevar la experiencia sufrida. El sacerdote, de origen húngaro, se trasladó a vivir a Alemania en 1978 y ahí escribió un libro sobre su retiro espiritual, situación en la que sigue.

El propio Jalics ha rehuido hacer declaraciones sobre ese capítulo y el único pronunciamiento ha sido a través del portavoz de la orden jesuita de su distrito a Der Spiegel, así como a medios bávaros. El sacerdote tiene actualmente 85 años y sigue consagrado a los ejercicios espirituales contemplativos, apunta la radio pública bávaraBayerischer Rundfunk (BR).

Jalics está ahora de viaje en Hungría, hacia donde partió "recientemente", al parecer para una estancia de varios meses largamente planeada, indicaron las fuentes jesuitas a la emisora pública bávara.

El portavoz de la orden dejó asimismo claro que Jalics no se ha "escondido" para evitar el revuelo mediático, que su viaje no tiene nada que ver con la elección del Papa y que se espera regrese a Alemania el 10 de mayo. De acuerdo con ese portavoz, Jalics no tiene intención de hacer declaración alguna sobre Bergoglio.

http://www.libertaddigital.com/internacional/europa/2013-03-15/el-vaticano-denuncia-una-campana-difamatoria-contra-el-papa-1276484994/

jueves, 14 de marzo de 2013

el #PAPAFRANCISCO No ha sido una grata noticia para Cristina #ARGENTINA


No ha sido una grata noticia para Cristina


14/03/13
Aunque sus palabras en una carta que publicó por Facebook y Twitter pudieron quizás indicar lo contrario, la sorpresiva entronización como nuevo Papa (Francisco) del cardenal argentino Jorge Bergoglio no parece haber sido una buena noticia para el gobierno de Cristina Fernández. Los hechos fueron, de nuevo, más elocuentes que sus palabras: la Presidenta apenas orilló fríamente la novedad durante un largo acto en Tecnópolis mientras miles de católicos celebraban con fervor en Plaza de Mayo, frente a la Catedral.
Circunscribir sólo a Bergoglio los conflictos permanentes que Néstor y Cristina Kirchner tuvieron con la Iglesia Católica sería incurrir en un reduccionismo. Es cierto que, con quien fue durante seis años titular del Episcopado argentino, escribieron una historia de mutuos desencuentros. Pero la desconfianza del matrimonio presidencial reconoció también una raíz muy profunda con la institución eclesial. Incluso con el propio Vaticano, durante un lapso del reinado de Juan Pablo II.
El Papa polaco había designado en el 2002 como obispo castrense a monseñor Antonio Baseotto. En una ceremonia religiosa en el 2005, ese sacerdote evocó los años de la violencia en la Argentina y equiparó la responsabilidad de los militares con la de los guerrilleros por tantos crímenes cometidos. Ni más, ni menos que la teoría de los dos demonios, denostada por el catecismo setentista. Baseotto tampoco controló su lengua. Arremetió contra las insinuaciones abortistas de ese momento y la política de profilaxis encarada por el entonces ministro de Salud, Ginés González García. Desbarrancó cuando aludió, en ese contexto, a una frase de Jesús sobre los niños: “Quienes escandalizan a los pequeños merecen que le cuelguen una piedra de molino en el cuello y lo tiren al mar”, afirmó. Kirchner, Cristina y su tropa creyeron descubrir en esa cita infortunada un aval a una de las tantas metodologías usadas por la dictadura para el exterminio. Pidieron el retiro de Baseotto al Vaticano.
Juan Pablo II se negó. Baseotto se terminó yendo solo y jubilado.
La Iglesia Católica fue funcional para los Kirchner en la construcción revisionista del pasado y en la hilación de un relato político que les sirvió para captar la atención, a la salida de la crisis, de amplios sectores de la sociedad. Las organizaciones de derechos humanos significaron, en ese aspecto, un puntal. Ese libreto vinculó de manera indisoluble, también, a las Fuerzas Armadas. En esas dos instituciones afincaron la primera lógica de amigo-enemigo, de confrontación irreductible, con que tiñeron la política nacional. Con el tiempo fueron engrosando el ejército de enemigos: periodistas, empresarios, sindicalistas, el campo, la Justicia.
En ese derrotero, como en tantos, resultaron extremadamente lineales. Mezclaron las instituciones con las conductas reprobables de muchos de sus hombres.
Pero no de todos. En ese camino apareció Bergoglio, apenas como un noble pastor. Jamás los Kirchner supieron distinguir algo: en una Iglesia de pensamiento sólidamente conservador –a diferencia de Brasil y, por períodos, de Chile– el ahora Papa enarboló un discurso y una acción distinta, enfrentada con los exponentes reaccionarios. Lideró la participación de la Iglesia en la crisis del 2001 con un largo documento de su inspiración y su puño, en el cual clamó por un compromiso colectivo para pelear “por la equidad social y la justa distribución del ingreso”. Casi un prólogo del relato que dos años más tarde haría suyo el kirchnerismo.
Tampoco Kirchner y Cristina miraron al cardenal del mismo modo. El ex Presidente masculló impotencia cuando asistió al primer tedeum, el 25 de mayo del 2004, en el cual Bergoglio cuestionó “el exhibicionismo y los anuncios estridentes”. Pero volvió a su escritorio, releyó el mensaje y se tranquilizó. Cristina nunca volvió de su indignación. Ese fue el primer mojón de una relación compleja. A la Presidenta siempre le hizo ruido una denuncia sobre la desaparición en 1976 de dos curas jesuitas que dependían jerárquicamente de Bergoglio. Kirchner nunca quiso enredarse con esa historia.
Pero la comunión conspirativa de ambos pudo más. A lo largo de su reinado episcopal, Bergoglio reiteró tres conceptos muy por encima del resto: la necesidad del diálogo, la lucha contra la pobreza y el combate contra la corrupción.
El diálogo, en su estilo austero y escondedor, era una práctica que le apasionaba. Lo hacía con empresarios, políticos, periodistas, sindicalistas y dirigentes sociales. Siempre se habló de su dilección por Elisa Carrió y Gabriela Michetti. Pero enfrente de su modesta silla estuvieron socialistas, radicales, peronistas (Eduardo Duhalde y Daniel Scioli, entre varios) y hasta Mauricio Macri.
Ese ejercicio nunca fue comprendido por los Kirchner, ciudadanos de las antípodas. Supusieron siempre que detrás de esa cortina, Bergoglio ocultaba aspiraciones de articulador político del arco opositor.
Terminaron de convencerse, erróneamente, cuando el cardenal intervino durante el conflicto con el campo. Aunque sus invocaciones fueron sólo en torno a la búsqueda de una pacificación.
Cuando Bergoglio aludía a la pobreza, los Kirchner lo interpretaban como un demérito de su gestión. Cuando refería a la corrupción, tal vez, los colocaba delante de un espejo incómodo. Ese vínculo traumático, a lo mejor, la priva a Cristina de entender esta oportunidad: que un cura jesuita, latinoamericano y argentino se haya convertido en Papa, por primera vez, en una milenaria historia.

miércoles, 13 de marzo de 2013

#ARGENTINA El Nuevo Papa Bergoglio o el azote de los Kirchner


El Nuevo Papa Bergoglio o el azote de los Kirchner



Una vez más, las previsiones han fallado. A sus 75 años, Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires y primado de Argentina, se ha convertido este miércoles en el Papa Francisco. La elección de este cardenal argentino comporta, al menos, dos novedades en la historia de la Iglesia: será el primer Papa latinoamericano y el primero jesuita.
Nacido en la ciudad de Buenos Aires, el 17 de diciembre de 1936 e hijo de un matrimonio de italianos, Bergoglio acabó la escuela secundaria industrial con el título de técnico químico y cuenta también con estudios de filosofía y psicología. A los 21 años, decidió convertirse en sarcerdote, ingresando en el seminario del barrio Villa Devoto, como novicio de la orden jesuita. Sería ordenado bastante más tarde, con 33 años.
Llegó a ser provincial de su orden entre 1973 y 1980, periodo en el que se opuso a la teología de la liberación. En 1992 fue nombrado auxiliar de Buenos Aires y ahí comenzó su ascensión. Era papable desde 2003, pese a ser jesuita, y ya sólo esta condición le resultaba insufrible y fue también presidente de la Conferencia Episcopal Argentina durante dos periodos. Tras la muerte del Papa Juan Pablo II, en 2 de abril de 2005, fue considerado como uno de los candidatos a tomar el lugar del Sumo Pontífice. Al final quedó segundo en las votaciones y fue Ratzinger quien se convirtió en Benedicto XVI.
Conocido por su seriedad, su carácter reservado y la escrupulosa coherencia con su puesto, Bergoglio es en Argentina un líder moral que se forjó en tiempos de la crisis económica y tras la admisión pública de culpas de la Iglesia durante la dictadura. De hecho, rechazó el palacio episcopal y hasta ahora viviá en un pequeño piso con otro cura. Se movía a pie o en metro y vestía con su sotana. ¿Un ejemplo? Fue elegido cardenal en 2001, pero cuando se organizaba el viaje masivo de feligreses a Roma para asistir a la ceremonia les paró los pies y pidió que dedicaran el dinero a obras de caridad.

Pero hay más ejemplos. Son muy conocidas las malas relaciones del cardenal con el Gobierno argentino. Así, Bergoglio no dudó en enfrentarse al mismo cuando se puso en marcha el proyecto de Ley de Matrimonio entre Personas del Mismo Sexo. Días antes de su aprobación, Bergoglio publicó una nota calificando el proyecto de "guerra de Dios". Iba más allá y describía el proyecto que permitía el matrimonio homosexual como "una movida del Diablo" y alentaba a acompañar "esta guerra de Dios" contra la posibilidad de que los homosexuales pudieran casarse. El expresidente Néstor Kirchner criticó las presiones, mientras que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner comparó sus palabras con "los tiempos medievales y de la inquisición".

No sería el único encontronazo. Bergoglio también criticó duramente el aumentó de la pobreza en el país porque, decía, tenía lugar en una nación con posibilidades para evitar esos daños. "En lugar de eso, pareciera que se ha optado por agravar más las desigualdades", aseguró el cardenal para quien "los derechos humanos se violan no sólo por el terrorismo, la represión y los asesinatos, sino también por estructuras económicas injustas que originan grandes desigualdades".
Tal es la mala relación que durante el nombramiento, Cristina Fernández de Kirchner ha comenzado a tuitear sobre las últimas obras que ha llevado a cabo el Gobierno. Solo una hora más tarde le ha deseado que tenga un "fructífero" desempeño ante "tan grande responsabilidad". "En mi nombre, en el del Gobierno argentino y en representación del pueblo de nuestro país, quiero saludarlo y expresarle mis felicitaciones con ocasión de haberle resultado elegido como nuevo Romano Pontífice de la Iglesia Universal", ha declarado Fernández en un comunicado publicado en su cuenta oficial. "Es nuestro deseo que tenga, al asumir la conducción y guía de la Iglesia, una fructífera tarea pastoral desempeñando tan grandes responsabilidad en pos de la justicia, la igualdad, la fraternidad y de la paz de la Humanidad", ha indicado. "Le hago llegar a su santidad mi consideración y respeto", ha concluido.

Fecha de la Noticia: 13 de Marzo de 2013
Hora: 18:11:30 
Fuente: http://www.lasprovincias.es
Publicado Por: RC

http://www.reporteconfidencial.info/noticia/3188913/el-nuevo-papa-bergoglio-o-el-azote-de-los-kirchner/#.UUD13BdCG_o.twitter

Jorge Bergoglio (Francisco I) OPOSITOR A Kirchner #ARGENTINA


Jorge Bergoglio, un cardenal opositor a los Kirchner

M.B. / MADRID
Día 13/03/2013 - 21.32h

Durante sus seis años en la presidencia del Episcopado argentino, intercambió mensajes muy duros con el Gobierno por el matrimonio gay, la pobreza y el aborto

Jorge Bergoglio, un cardenal opositor a los Kirchner
REUTERS
Jorge Bergoglio, nuevo Papa Francisco I, ha mantenido una tensa relación con los Kirchner


En noviembre de 2011, Jorge Bergoglio dejó la presidencia del Episcopado argentino tras seis años marcados por una relación tensa con los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. Desde una misa o un acto oficial, o a través de comunicados, el arzobispo de Buenos Aires y ahora Papa Francisco I fue autor de mensajes muy duros contra el Gobierno e incluso llegó a hablar de «persecución» contra los católicos.
Bergoglio y Cristina Kirchner llegaron a uno de los puntos más altos de su enfrentamiento cuando en 2010 en el Parlamento argentino avanzaba con firmeza el proyecto de matrimonio entre personas de un mismo sexo. Bergoglio se puso directamente al frente de la marchacontra el casamiento gay y envió una carta a todos los sacerdotes, en la que pidió que se hablara en todas las misas sobre «el bien inalterable del matrimonio y la familia».
Tras aquel enfrentamiento, Kirchner ordenó frenar una polémica guía que promovía la interrupción del embarazo, algo que fue leído como una concesión a la Iglesia. Sin embargo, en febrero de 2012 el cardenal volvió a criticar la gestión del kirchnerismo al advertir que en Argentina existe un «acostumbramiento» en la sociedad ante la miseria, la violencia y la pobreza.
Pese a los choques, Bergoglio llamó a rezar por Néstor Kirchner cuando éste murió, en octubre de 2010. «Sería una ingratitud muy grande que ese pueblo, esté de acuerdo o no esté de acuerdo con él, olvidara que este hombre fue ungido por la voluntad popular», dijo el cardenal. «Los bandos claudican frente a la muerte y dejan su lugar a las manos misericordiosas del Padre», concluyó el Santo Padre en esa ocasión